No se habla mucho del tema, pero millones viven con ellas: hablamos de las disfunciones sexuales masculinas.
Según Gonzalo Valdevenito, urólogo de Clínica Bupa Santiago, en general estas se dividen en tres grandes grupos: disfunción eréctil, impotencia sexual y disfunción eyaculatoria.
“La prevalencia de estos trastornos puede afectar entre un 38% a 64% de la población masculina, por lo que es importante estar atentos a sus señales para consultar oportunamente”, indicó el especialista.
De acuerdo con Valdevenito, las disfunciones sexuales masculinas pueden darse a cualquier edad y manifestarse en cualquier momento del acto sexual.
En detalle, un afectado debe consultar a un médico cuando este sienta que presenta algún problema como eyaculación precoz, anorgasmia, disfunción eréctil, deseo sexual disminuido, enfermedades de transmisión sexual o insatisfacción.
Entre las causas, estas disfunciones pueden estar asociadas a enfermedades como depresión, problemas hormonales o diabetes, aunque también se relacionan al consumo de ciertos medicamentos o diversos problemas psicológicos, como el estrés.
“Actualmente el tratamiento es multidisciplinario y varía según el origen”, señaló Valdevenito.
“La recomendación es acudir a un especialista para realizar el estudio y con eso planificar un tratamiento integral que va desde la esfera psicológica, medicamentos o incluso cirugías”, cerró.
La ONG especializada en materia de vida afectiva y sexual Planned Parenthood también tiene disponible información acerca de estos trastornos.
Conoce sus explicaciones, lee sus causas y entérate de los tratamientos disponibles:
No hay interés por el sexo.
Causas: ansiedad o depresión, problemas con tu pareja, imagen corporal, estrés, cansancio y haber experimentado abuso sexual o trauma en el pasado, entre otros factores.
Tratamiento: principalmente acudir a un médico, aunque la masturbación, dejar las drogas, hablar con la pareja o hacer ejercicios Kegel pueden ayudar.
No se tiene orgasmos o se tarda mucho en llegar al clímax.
Causas: ansiedad o depresión, estrés, cansancio, problemas con la circulación de la sangre, con la pareja o la imagen corporal, sumado a bajos niveles de hormonas sexuales o consumo de medicamentos como antidepresivos, entre otros.
Tratamiento: aunque también se aconseja ver a un médico, puede ayudar explorar algún tipo de material de tu agrado, conversar con la pareja sobre gustos particulares y hacer ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos alrededor de los genitales.
Problemas para excitarse o mantener la excitación.
Causas: ansiedad o depresión, haber experimentado abuso sexual, niveles bajos de hormonas sexuales, menopausia, problemas médicos como cáncer, diabetes, problemas de corazón, esclerosis múltiple y problemas de vejiga o quimioterapia, entre otras.
Tratamiento: Según Planned Parenthood, existen muchas maneras de tratar el trastorno de excitación genital, pero este dependerá de la causa del problema, por lo que un especialista debe concluir cuál es el mejor camino.