El gobierno británico se basó en más de 300 estudios que respaldan la idea de que estos animales tienen la capacidad de sentir dolor y angustia. Los informes vienen acompañados de recomendaciones sobre cómo tratarlos.
Los cangrejos, las langostas, los pulpos y otras especies de crustáceos decápodos y moluscos cefalópodos han sido reconocidos en el Reino Unido como seres que tienen la capacidad de sentir.
Así lo anunció el viernes (19.11.2021) el gobierno británico, que para tomar esta decisión se basó en la sólida evidencia de más de 300 estudios científicos realizados por la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres.
Las investigaciones determinaron que estas especies tienen la capacidad de experimentar angustia, dolor, sed, hambre, calidez, alegría y consuelo, entre otras cosas.
El anuncio dice que el proyecto de ley “ya reconoce a todos los animales con columna vertebral (vertebrados) como seres sintientes. Sin embargo, a diferencia de otros invertebrados (animales sin columna vertebral), los crustáceos decápodos y los cefalópodos tienen sistemas nerviosos centrales complejos, uno de los distintivos clave de la sintiencia.”
Esta enmienda del gobierno británico, que se enmarca dentro de los cambios al proyecto de ley sobre bienestar animal, fue celebrada por Jonathan Birch, principal investigador de la revisión: “Me complace ver que el gobierno pone en práctica una recomendación central del informe de mi equipo”, afirmó Birch.
“Los pulpos y otros cefalópodos han estado protegidos en la ciencia durante años, pero no han recibido ninguna protección fuera de ella hasta ahora”, agregó el experto.
Asimismo, el informe dado a conocer menciona unas recomendaciones específicas sobre cómo mantener correctamente el bienestar de estos animales. Por ejemplo, se menciona la prohibición de extirpar los dáctilos de crustáceos, que personas no expertas los puedan vender vivos y que se recurra a métodos de preparación como cocinarlos vivos.
En otros países como Suiza o Nueva Zelanda está prohibido hervir crustáceos vivos.
Las medidas tomadas por el gobierno británico no afectarán ninguna legislación existente, ni tampoco el desempeño de la industria pesquera o de restaurantes.