La ignominia por el saqueo, no moderno, describe parte de lo ocurrido en este lugar y la venganza de los muertos profanados por tal conducta. El sufrimiento por el duro trabajo en las minas, adem谩s de una decadencia del mineral, tambi茅n forman parte del declive de La Noria.
La Noria es una rueda utilizada como instrumento de elevaci贸n de agua desde los pozos. En Atacama, tiene un significado tan diferente como desconocido.
Un blog australiano, no obstante, puso a rodar su historia en 2018. Mientras que en Chile son contadas las ocasiones en las que pueden descubrirse relatos de este tipo, desde lugares tan simb贸licos e inh贸spitos en esta larga franja de pa铆s.
La web, por suerte, hace su magia en casos como el anteriormente descrito. Quienes consiguen llegar a donde chileno ni residente han podido, ofrecen la posibilidad de conocer el pasado de un pueblo como el que nos convoca.
Relatos de prosperidad, decadencia y hasta de lo supuestamente paranormal se conjugan muchas veces para hacernos part铆cipes de hechos que la cotidianidad no nos permite contemplar.
La bloguera australiana Amy Waine, fue una de las encargadas de internacionalizar hace 4 a帽os la historia de La Noria.
El desconocido pueblo fantasma, con entidades paranormales, tuvo su pasado glorioso antes de sucumbir a la decadencia, pero conservando vestigios en el presente.
Los detalles contados desde el blog Amy鈥檚 Crypt lo dicen casi todo, desde la 贸ptica viajera, fascinada con lo que se contempl贸 en pleno recorrido.
Sin embargo, se debe contar primero sobre la prosperidad para entender la ca铆da de esta poblaci贸n ubicada en pleno desierto de Atacama, sitio que la mencionada bloguera describe como 鈥渆l lugar m谩s seco del mundo. Su entorno duro y desolado no es propicio para la vida鈥︹.
En 1826 la hubo y en comunidad. Los habitantes de este pueblo minero ten铆an como fuente de trabajo la extracci贸n de salitre, el cual se exportaba a Europa y les daba un pasar relativamente normal en medio de la nada.
Los residentes de La Noria ten铆an escuela, iglesia, centro de intercambio comercial, en fin, un modo de vida, hasta que la modernidad, y algo m谩s, hizo acto de presencia acabando con todo.
En los puertos de Iquique, cercano a la mina de La Noria, se conjugaba el esfuerzo de la extracci贸n del salitre con el de su exportaci贸n al continente europeo. Los yacimientos salitreros que iban en creciente auge le hicieron la competencia a una de las primeras poblaciones en descubrir el valioso mineral. Con esa competencia, no desleal, se complic贸 el panorama del trabajador de las minas, de por s铆 ya esclavizado en dicha actividad.
En 1901, otro ingrediente m谩s para la decadencia: un enorme incendi贸 que afect贸 el yacimiento local, dejando cada vez m谩s complicada la actividad laboral.
La mano del hombre, empu帽ando las armas, fue otro factor desencadenante cuando estall贸 la Primera Guerra Mundial (1914), ya que desde el 鈥榲iejo continente鈥 se descubri贸 una forma sint茅tica al salitre (en Alemania), que socav贸 la labor de los mineros chilenos de esa zona del desierto de Atacama.
Todos los factores antes mencionados alteraron el producto, en este caso, su existencia y la de los que viv铆an de este.
De forma m谩s segura que lenta, los habitantes de La Noria comenzaron un 茅xodo, sin mirar atr谩s. Cerca de 10 mil personas, seg煤n el acad茅mico Sergio Gonz谩lez Miranda, habitaban la zona salitrera de Tarapac谩 que en parte ahora luce desolada, pero con una rica historia que contar.
Con lo que pudieron, dejando algunas posesiones, emprendieron la marcha rumbo a las zonas m谩s aleda帽as, incluyendo Iquique. Con la decadencia del salitre y la necesidad de una nueva forma de vida, no hubo otro remedio.
Si bien los saqueos son una extra帽a y condenable actividad del presente, en esta localidad ya se ejecutaban a mediados del siglo XIX.
Lo que la gente dej贸 atr谩s, con posibles miras a ser recuperado, fue arrebatado por unos cuantos que no perdieron de vista las posesiones supuestamente abandonadas.
No dejaron t铆tere con cabeza y hasta las tumbas fueron profanadas en busca llevarse algo que no les pertenec铆a. Incluso, el recuerdo del que ya descansaba en paz.
Resulta que, en medio de la actividad minera, un n煤mero indeterminado de trabajadores, padres e hijos, perdieron la vida en este lugar. De ah铆, que la actividad paranormal relatada en el blog australiano, se deba a tal profanaci贸n.
Quien llega a La Noria, conoce su pasado desolador en carne propia鈥 o hasta los huesos.
La bloguera australiana que hizo su recorrido describe el lugar como una gran cantidad de ata煤des abiertos, mostrando la ignominia del saqueo, adem谩s de los huesos esparcidos por el lugar. Parece que el cementerio fue el m谩s afectado por la deplorable conducta de codiciar y arrebatar lo ajeno.
鈥淓ntrar a este cementerio no es para los d茅biles de coraz贸n y uno debe tener cuidado con sus pies, los huesos humanos est谩n dispersos por todas partes, existen profundos pozos de minas y restos de ata煤des est谩n clavados en la tierra鈥. As铆 lo describe la bloguera Amy Waine.
La leyenda dice que muchas de las almas enterradas en el cementerio de La Noria se han enojado y confundido por los disturbios de su tumba. Se cuenta que despu茅s de la puesta del sol, los muertos se levantan de sus tumbas y bajan al pueblo de La Noria. Esta leyenda fantasmal incluso ha sido respaldada por testimonios de testigos oculares de personas que afirman haber visto este fen贸meno.
– Amy Waine, bloguera australiana en La Noria.
Los visitantes de La Noria dejan sus relatos de la presunta actividad paranormal en este enigm谩tico sitio. Entre las experiencias descritas, se encuentran la de supuestamente avistar cuerpos enteros y figuras de sombras en las ruinas de lo que fue la ciudad.
La experiencia auditiva forma parte del concierto de venganza que las almas de este antiguo pueblo salitrero tienen para los visitantes.
Seg煤n los relatos de Waine, 鈥渆s com煤n que los visitantes escuchen pasos, gritos y voces cuando no hay nadie a su alrededor鈥.
El mar de cruces de madera, que se conservan en la actualidad, es parte de la se帽alizaci贸n invitando a conocer lo ocurrido en dicha zona des茅rtica del norte chileno. Sin embargo, llegar a este punto de la historia no es f谩cil. As铆 lo reconocen sus visitantes.
鈥溾epa que no ser谩 f谩cil. Si bien se encuentra en los mapas, lo que parece accesible, solo se puede acceder a la carretera que conduce a La Noria desde un lado, ya que una empresa minera tiene la carretera bloqueada desde el otro鈥, advirti贸 Amy Waine.
A su experiencia intentando llegar a La Noria en 2018, se suma la dificultad del terreno a cruzar, formado por colinas duras de arena que requieren veh铆culos todoterreno o seguir a pie por unos 5 kil贸metros.
La descripci贸n de 鈥渆speluznante鈥 y, a la vez, una experiencia que 鈥渧ale la pena鈥, de viva pluma de la bloguera australiana, se conjugan en este pasaje descriptivo de la historia reciente chilena, que vale la pena reflexionar, no importa cuantos siglos pasen.