Los demodex usualmente tienen un festín en tu rostro, mientras en el día viven pegados a tus folículos alimentándose de la grasa que secreta tu rostro, en la noche salen para aparearse y volver a la rutina diaria, una que disfrutan en tu piel.
El Demodex es un ácaro diminuto que vive en los poros y los folículos del pelo de las personas, como pequeños “gusanos” que se aferran a tu piel.
Estos particulares “animalitos”, parte de la familia de los “Demodex Folliculorum”, no son visibles al ojo humano, considerando que su tamaño es de 0,3 milímetros.
Curiosamente están presentes en gran parte de la población, aunque muchos ni siquiera saben de su existencia. Aparecen por contagio de persona a persona, algo que que se presume ocurre como primera forma de contagio, incluso en la lactancia durante el amamantamiento del bebé.
Aunque puede ser inofensivo, el demodex es un “animalito” que tiene un particular estilo de vida y que si está en exceso en el cuerpo, puede causar algunas enfermedades de cuidado.
Aunque los Demodex parecen pequeños gusanos, la verdad es que en realidad son arácnidos y están emparentados con las garrapatas y arañas, ya que tienen 8 diminutas patas, indicó la entomóloga Michelle Trautwein, de la Academia de las Ciencias de California en San Francisco.
Es importante destacar que los bebés son los únicos que no tienen estos ácaros en la piel, aunque es por muy poco tiempo, ya que la forma más común de que lleguen a tu rostro es debido a tu familia o cercanos, quienes no tardarán en transmitirnos estos animalitos que luego se quedarán de por vida contigo.
De acuerdo al doctor Jaime Pérez Wilson, dermatólogo de la Clínica Alemana, el demodex es un “comensal de la piel humana donde abundan las glándulas sebáceas, especialmente las mejillas, nariz, mentón, cejas, pestañas, cuello y orejas”.
Su estilo de vida es particular: durante el día se mantienen aferrados a los folículos del rostro, desde donde se secreta el aceite ceroso que impide la resequedad de la piel, siendo este aceite su alimento.
Así, y por más que pudiera desagradarte, se alimentan durante todo el día en tu piel, para luego, durante la noche, salir del folículo y aparearse con otros demodex.
Luego, vuelven a tus poros para dejar sus huevos y seguir consumiendo el aceite que secretas, repitiendo el proceso una y otra vez.
De acuerdo al diario español ABC, un estudio publicado en 1992 en la revista Clinical and Experimental Dermatology, los folículos infestados pueden albergar media docena de ácaros a la vez, con espacio para muchos más.
Algo positivo, pese a que viven en tu rostro e incluso tienen sexo sobre tu piel, es que no defecan en ella puesto que no tienen ano, por lo que sus excrementos los almacenan hasta que mueren.
Tu rostro es un ecosistema seguro para los demodex y su presencia resulta inofensiva para la gran mayoría de la población.
Sin embargo, pueden asociarse a algunas patologías. De acuerdo a lo que informa la Clínica Alemana, entre estas están la “Rosácea”, que se caracteriza por un eritema centrofacial (enrojecimiento) y telangiectasias (arañas vasculares)”.
Según AARP, quienes desarrollan esta enfermedad suele ser por tener 18 veces más ácaros que una persona normal.
También se asocian a la Demodicosis ocurrida por la proliferación de los demodex y, de acuerdo a lo que indica la clínica, con “erupciones faciales asimétricas y, ocasionalmente, con papulopústulas (espinillas) con distribución alrededor de la boca”.
Sin embargo, una de las enfermedades más comunes es la Blefaritis Crónica, causada por los demodex que viven en las pestañas. Esta patología es también una de las más comunes en el campo oftalmológico.
Consiste en la inflamación crónica del reborde de los párpados, lo que genera molestias en las personas que lo sufren. Su tratamiento puede ser complejo, porque en ocasiones no se diagnostica la presencia de este ácaro.
El doctor Arturo Grau, académico de Oftalmología UC, indica que “Los pacientes comúnmente se quejan de que los tratamientos no funcionan, que tienen ojo rojo, una sensación de cuerpo extraño, ojo seco, picazón, sensibilidad a la luz e incluso dolor ocular. También con frecuencia han sido operados de chalazión (orzuelo), pero a pesar de los tratamientos y cirugías siguen con problemas”.
Una vez diagnosticado, el profesional señala que no sólo se debe tratar con productos para los párpados, sino que también puede ser necesario tomar medicamentos orales para poder erradicar el Demodex del paciente, esto porque el sólo tratamiento del ojo no termina con el Demodex en el cuerpo.
Añade que se puede complementar con lágrimas artificiales y ungüentos para mejorar los síntomas del paciente, lo que puede terminar con años de molestias que han sufrido esta enfermedad debido a los tan curiosos como ubicuos, demodex.